Sobre BIOCOMUNI

En México existen 31 785 núcleos agrarios. En conjunto, estos ejidos y comunidades son dueños de casi la mitad del territorio nacional y en sus tierras se concentra más del 80% de la riqueza natural de nuestro país y cerca de la mitad de la biodiversidad y de las reservas naturales de agua dulce. Además, siete de cada diez núcleos agrarios poseen un ecosistema valioso para la retención y captura de carbono.

La contribución de los ejidatarios y comuneros a la conservación de los ecosistemas mexicanos, sus recursos naturales y servicios ambientales ha acrecentado su perfil público en los últimos veinte años. Nuestra comprensión sobre el papel que deben desempeñar en el resguardo de los recursos también se ha transformado. Son propietarios de regiones con alto valor para la biodiversidad, portadores de un conocimiento ancestral para su aprovechamiento sustentable y protagonistas del cuidado del patrimonio natural de México.

En un país como el nuestro, que alberga el 12% de las especies de plantas, animales, hongos y microorganismos que hay en el mundo, la incorporación de los núcleos agrarios al monitoreo de la biodiversidad es clave para mantener la salud de los ecosistemas de los que todos dependemos.

En aras de fortalecer su participación en el aprovechamiento sustentable de sus recursos naturales, la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza, A.C. (FMCN) y el Servicio Forestal de los Estados Unidos (USFS) sumaron esfuerzos y capacidades para crear BIOCOMUNI, un protocolo de monitoreo comunitario de la biodiversidad.

En BIOCOMUNI, estos son nuestros objetivos:

1) Desarrollar un protocolo de monitoreo fácil de implementar, de bajo costo y pertinente a nivel local, que incluya indicadores que respondan a las necesidades, intereses y prioridades de manejo de los recursos naturales en control de los núcleos agrarios del país.

2) Formar técnicos campesinos y asesores técnicos en monitoreo, aprovechando las capacidades y los conocimientos locales y buscando que los núcleos agrarios se apropien del protocolo.

3) Proveer un sistema de información local que facilite la gestión territorial y dirija las estrategias de conservación de la biodiversidad.

4) Crear en los núcleos agrarios una red permanente de monitoreo de la biodiversidad, que genere un efecto cascada en el que los técnicos de monitoreo transmitan el conocimiento a otros miembros de la comunidad e incluso a otras comunidades.

5) Promover que instituciones públicas, privadas y organizaciones de la sociedad civil apoyen a los núcleos agrarios en el monitoreo de la biodiversidad.

6) Complementar y enriquecer el esfuerzo de muestreo para el monitoreo de la biodiversidad que se realiza a nivel nacional.


Créditos y agradecimientos

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